
Objetivo:
En esta catequesis nos detendremos a considerar la importancia tomar decisiones firmes para seguir el camino del evangelio. Así como Jesús tomó la firme decisión de emprender el viaje a Jerusalén y San José Sanchez del Río de gastar su vida en la defensa de la fe, los discípulos de Jesús hemos de tomar decisiones firmes y no sólo dejarnos llevar por ganas, impulsos o gustos.
1. Escuchemos con atención el siguiente canto:
2. La firme determinación de Jesús
Si leemos atentamente el evangelio caemos en la cuenta que al mismo tiempo la palabra y los obras admirables de Jesús causaron la admiración de muchos y provocaron recelo, desconfianza y enojo en otros. Las cosas no eran fáciles para él, lo calumniaban, buscaban desprestigiarlo, le tendían trampas e incluso algunos planeaban su muerte. Jesús era prudente, no caía en provocaciones y evitaba enfrentamientos inútiles, más de alguna vez se escabulló de quienes querían hacerle daño porque «su hora no había llegado».
Cuando se acercaba su hora, Jesús lo sabía, “tomó la firme determinación de emprender el viaje a Jerusalén” (lee el texto) y este camino, lleno de dificultades sería escuela para sus discípulos, quienes al principio quisieron disuadirlo pero después siguieron con él el camino del martirio, es decir, orientaron su vida para dar testimonio radical del amor de Dios que es quien tiene la última palabra sobre la vida y sobre la muerte.
El decisión de Joselito
Llegado el momento también Joselito tomo una decisión: entregaría su vida para defender su fe y para que el evangelio de Jesucristo pudiera ser proclamado libremente y todos pudieran acercarse a la vida de Dios por medio de los sacramentos sin tener que esconderse. Sus padres quisieron disuadirlo por su tierna edad, seguramente lo mismo hicieron amigos y conocidos, pero él siguió con firmeza su propósito.
Escucha el relato:
Estas imágenes te pueden ayudar:


3. A propósito el Papa Francisco recuerda a los adolescentes y a los jóvenes lo que hace fuertes sus corazones para tomar firmes decisiones.
Muchos jóvenes se preocupan por su cuerpo, procurando el desarrollo de la fuerza física o de la apariencia. Otros se inquietan por desarrollar sus capacidades y conocimientos, y así se sienten más seguros. Algunos apuntan más alto, tratan de comprometerse más y buscan un desarrollo espiritual. San Juan decía: «Les escribo jóvenes porque son fuertes, porque conservan la Palabra de Dios» (1 Jn 2,14). Buscar al Señor, guardar su Palabra, tratar de responderle con la propia vida, crecer en las virtudes, eso hace fuertes los corazones de los jóvenes. Para eso hay que mantener la conexión con Jesús, estar en línea con Él, ya que no crecerás en la felicidad y en la santidad sólo con tus fuerzas y tu mente. Así como te preocupa no perder la conexión a Internet, cuida que esté activa tu conexión con el Señor, y eso significa no cortar el diálogo, escucharlo, contarle tus cosas, y cuando no sepas con claridad qué tendrías que hacer, preguntarle: «Jesús, ¿qué harías tú en mi lugar?» [Christus vivit 158]
4. ¿Qué significa esto para nuestra vida?
Comparte con tu familia, con tus compañeros o con tus amigos qué significa en tu vida el mensaje que has recibido en esta catequesis. Te pueden ayudar las siguientes preguntas o sugerencias:
- ¿Qué es lo que te mueve tu vida? ¿Las cosas que haces, las haces porque “tienes ganas” o porque “tomas decisiones”?
- Llegado el momento Jesús tomó una firme determinación y Joselito también ¿qué dice esto a tu vida?
- Para que un adolescente llegue a tomar determinaciones firmes es muy importante la formación de su conciencia. ¿Cómo pueden los mayores acompañar a los más jóvenes en la formación de una conciencia recta?
- ¿Qué obstáculos tenemos ahora para profesar libremente nuestra fe? ¿Qué decisiones o determinaciones tendríamos que tomar ante esos obstáculos?