
Objetivo:
En esta catequesis recordaremos que la obra de Dios se realiza en la historia, y que a su Hijo Jesucristo le anteceden muchos hombres y mujeres buenos que fueron preparando su venida al mundo; lo mismo ocurrió en la vida de San José Sanchez del Río y lo mismo ocurre en nuestra vida. La memoria de la obra de Dios y descubrirla en nuestra historia es muy importante en nuestra vida de fe.
1. Escuchemos con atención el siguiente canto:
2. Somos nuestra historia
El evangelio de Mateo antes de hablarnos de Jesús nos narra su genealogía. A Jesús le antecede una larga historia entretejida por la vida de hombres y mujeres que creyeron en Dios y anhelaron cumplir, en todo, su voluntad. Muchos de ellos lo hicieron desde su tierna infancia o desde su juventud.
En las historia de muchos de los grandes personajes bíblicos descubrimos que desde su juventud tenían en el corazón el anhelo de Dios; que eran personas normales, como la gente de su edad, que vivían en pueblos y comunidades en los que las cosas no eran fáciles sino que por el contrario, vivían en medio de muchas dificultades y que Dios puso siempre junto a ellos personas que les ayudaron a cultivar en su corazón la semilla de la fe.
Lo mismo debemos considerar en la historia de José Sánchez del Río. Escucha el relato:
Estas imágenes te pueden ayudar:





3. A propósito el Papa Francisco nos dice:
La salvación está siempre en la historia: no hay una salvación sin historia. En efecto, «para llegar hasta Jesús hubo una larga historia, una larguísima historia que se nos cuenta y sintetiza en la genealogía de Jesús y que nos hace entender que Dios ha querido salvarnos en la historia. La salvación que Dios quiere para nosotros no es una salvación de laboratorio, sino «histórica». Y Dios «hizo un camino en la historia con su pueblo». Así, paso a paso se hace la historia: Dios hace la historia, también nosotros hacemos la historia». Y «cuando nos equivocamos, Dios corrige la historia y nos lleva adelante, adelante, siempre caminando con nosotros».
4. ¿Qué significa esto para nuestra vida?
Comparte con tu familia, con tus compañeros o con tus amigos que significa el mensaje que has recibido en esta catequesis. Te pueden ayudar las siguientes preguntas o sugerencias:
- ¿Conoces la historia de tu propia familia? ¿Quienes son tus ascendientes? ¿Cómo se ha manifestado el amor de Dios en ella?
- Platica con tus abuelos o con alguna persona mayor sobre cómo era el catecismo y la vida religiosa de tu ciudad o pueblo cuando ellos eran pequeños.
- La tierra donde florecen los santos ha sido labrada por santos. Qué aprendiste en el relato de la labor evangelizadora de los dos primeros obispos de Zamora.
- El anuncio del evangelio caló hondo en el corazón de las personas que pertenecieron a las generaciones de los abuelos y papás de Joselito. ¿Hoy cómo cala el anuncio del evangelio en la vida de las familias, de los jóvenes y de los niños? ¿Por qué?
- El Papa Francisco nos recuerda que “también nosotros hacemos historia” ¿qué nos corresponde hacer a nosotros para que la historia que estamos haciendo con nuestras vidas también este impregnada por el evangelio como en el tiempo de la familia de Joselito?
Agradezco estos trabajos y felicito a quien se pone al día utilizando la tecnología para el anuncio del Evangelio. Dios Bueno les recompense.
Hermoso relato y en verdad nos pone a pensar nunca tomamos tiempo para escuchar a los viejos